Me imagino que
desde siempre todas las mamás y por carácter transitivo las abuelas sabemos el
efecto casi mágico, calmante que las
canciones infantiles y la música suave y relajadora tienen en los bebés. Logran
dormirlos, tranquilizarlos cuando tienen miedo, sueño o les duele algo.
Los días que
cuido a Sofía me preocupo por prepararle el ambiente para recibirla. Pongo un
CD que le grabó el tío Diego con música de Mozart. En un acto de amor estuvo
investigando el tema y descubrió que su música tiene características que la
hacen más efectiva que la de otros compositores. Es por eso que los estudiosos
han denominado a este fenómeno como “Efecto Mozart”.
Como verán Sofía
está custodiada por expertos.
Pero siguiendo con
este tema de las canciones de cuna y los bebés que me apasiona estuve leyendo
que el ritmo monótono de las “nanas” -como así también las llaman- es parecido
a los latidos del corazón y por eso Sofía se relaja cuando yo le canto. Se ha
comprobado que la frecuencia cardíaca de los bebés disminuye mientras las están
escuchando al igual que su ritmo respiratorio y esto la ayuda a conciliar el
sueño o a sentirse mucho mejor cuando algo les duele.
Más allá de toda
explicación científica creo que ella reconoce el tono amoroso de mi voz, la de
su mamá y la de todos los que le cantamos con sentimiento para que se sienta súper
querida y súper cuidada.
No le cantamos sólo
para dormirla lo hacemos a cada rato. Cuando está despierta quién no le enseñó
“qué linda manito que tengo yo, qué linda manita que Dios me la dio”. Y la
emoción cuando vemos que nos imita y la mueve al ritmo de nuestra voz. Empecé a
escribir en plural porque Mariana (su mamá) y Nilda (la otra abuela) nos
complementamos en esta tarea.
Afianzando lo que
antes dije cantarle todo el tiempo, despierta o a punto de dormirse, se utiliza
para despertar su inteligencia, perfeccionar su sentido del oído y la
coordinación de éste con los ojos y con el movimiento de las manos.
Aquí van algunos
consejos que ya estoy en condiciones de dar con mis amplios conocimientos de mamá
y mis incipientes de abuela:
- No preocuparse por lo que uno entiende
por desafinar o no cantar demasiado bien para nuestro nietito/a lo más
importante es escuchar nuestra voz y percibir nuestro amor.
- Cuando le canto acompaño la melodía con
un agregado de movimiento físico. Meciéndola en el cochecito o los brazos,
con un ritmo suave pero siempre igual, dicen que de esa forma le hago
recordar cuando estaba en la barriga de la mamá.
- Si está despierta, llorosa y el sueño
está en la puerta pero no quiere entrar. Le acerco la cara y le canto muy
bajito. Trato de no ponerme nerviosa y que ella note mi tranquilidad y
logre transmitirle la paz que necesita para abrirle la puerta al sueño.
- Sofía ya cumplió 6 meses así que puedo
cantarle un poco más alto, sus tímpanos ya no son tan sensibles y así
cuando le canto en un tono más subido no se asusta.
- Cuando le canto y está despierta, para
darle énfasis a la canción, le gesticulo y la actúo según la letra. Ella
me mira entusiasmada, no entiende obviamente lo que digo, pero dicen que
su memoria guarda algunas palabras y el tono en que uno las pronuncia. Así
que intuyo que todo esto la va ayudar en su maduración. Algunas veces yo y
ella ponemos tanto entusiasmo en la actuación yo dando y ella recibiendo
que me veo tomando clases de circo.
- Otra cosa que descubrí es que cuando la estoy durmiendo voy paulatinamente dejando de canturrear porque si no temo que se acostumbre y sólo pueda dormirse cuando uno le canta. Tengo que pensar que además de cuidarla tengo que darle pautas que le den libertad, hasta para dormirse.
Con Sofía estoy
recordando todas aquellas canciones que están en mi disco rígido y algunas
salen solas y hasta me asombran.
Tengo que reconocer
que las canto de memoria y de pronto me las pongo a analizar y aquellas que
están en el imaginario popular son realmente rarísimas.
Por ejemplo la
canción de Mambrú se fue a la guerra, yo me acuerdo sólo algunos estribillos
pero con la ayuda del Master Internet aquí se las paso:
Mambrú se fue a la guerra,
chiribín chirpín chin chin
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
ajaja, ajaja
No sé cuándo vendrá.
chiribín chirpín chin chin
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
ajaja, ajaja
No sé cuándo vendrá.
Vendrá para las Pascuas,
o para Trinidad
ajaja, ajaja
O para Trinidad.
La Trinidad se pasa,
chiribin chirbin chin chin
La Trinidad
se pasa.
Mambrú no viene ya,
ajaja, ajaja
Mambrú no viene ya.
Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué traje!
por allí viene un paje,
¿qué noticias traerá?
ajaja, ajaja
¿qué noticias traerá?
Las noticias que traigo,
¡del dolor, del dolor me caigo!
las noticias que traigo
son tristes de contar,
ajaja, ajaja
son tristes de contar.
Que Mambrú ya se ha muerto,
¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!,
que Mambrú ya se ha muerto,
lo llevan a enterrar.
ajaja, ajaja
lo llevan a enterrar.
En caja de terciopelo,
¡qué dolor, qué dolor, qué duelo!,
en caja de terciopelo,
y tapa de cristal.
ajaja, ajaja
y tapa de cristal.
Y detrás de la tumba,
¡qué dolor, qué dolor, qué turba!,
y detrás de la tumba,
tres pajaritos van.
ajaja, ajaja
tres pajaritos van.
Cantando el pío-pío,
¡qué dolor, qué dolor, qué trío!,
cantando el pío-pío,
cantando el pío-pá.
ajaja, ajaja
cantando el pío-pá
o para Trinidad
ajaja, ajaja
O para Trinidad.
La Trinidad se pasa,
chiribin chirbin chin chin
Mambrú no viene ya,
ajaja, ajaja
Mambrú no viene ya.
Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué traje!
por allí viene un paje,
¿qué noticias traerá?
ajaja, ajaja
¿qué noticias traerá?
Las noticias que traigo,
¡del dolor, del dolor me caigo!
las noticias que traigo
son tristes de contar,
ajaja, ajaja
son tristes de contar.
Que Mambrú ya se ha muerto,
¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!,
que Mambrú ya se ha muerto,
lo llevan a enterrar.
ajaja, ajaja
lo llevan a enterrar.
En caja de terciopelo,
¡qué dolor, qué dolor, qué duelo!,
en caja de terciopelo,
y tapa de cristal.
ajaja, ajaja
y tapa de cristal.
Y detrás de la tumba,
¡qué dolor, qué dolor, qué turba!,
y detrás de la tumba,
tres pajaritos van.
ajaja, ajaja
tres pajaritos van.
Cantando el pío-pío,
¡qué dolor, qué dolor, qué trío!,
cantando el pío-pío,
cantando el pío-pá.
ajaja, ajaja
cantando el pío-pá
Todo aquel que la
lea detenidamente coincidirá conmigo en que es un verdadero delirio y pensar
que uno la cantaba. Menos mal sin analizarla. Definitivamente ésta no se la voy
a enseñar a Sofía. Espero que aprenda el tema de la muerte con la de su primer pececito
pero no con esta horrenda canción.
Otra que me tiene
obsesionada y que ya nos introducía subliminalmente en el mundo de la
homosexualidad es Arroz con Leche, que dice así:
Arroz con leche
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás
Que sepa coser
que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.
que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.
Yo soy la viudita
del barrio del rey
me quiero casar
y no se con quién
del barrio del rey
me quiero casar
y no se con quién
Con esta sí
con esta no
con esta señorita
me caso yo
con esta no
con esta señorita
me caso yo
Yo no entiendo
empieza cantando un hombre que se quiere casar con la señorita, que tenga
determinadas habilidades. Después se transforma en una viudita que se ofrece
como posible candidata y en la cuarta estrofa no está claro si es el de la
primera o el de la tercera estrofa quien decide casarse con la señorita en
cuestión. Un verdadero embrollo que uno ha repetido innumerables veces, casi
sin pensar en lo que cantamos.
Para finalizar les
paso la que por ahora estoy cantando todos los días que estoy con mi dulce
nietita
Arrorró mi niña,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta nena linda
ya quiere dormir;
háganle la cuna
de rosa y jazmín.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta leche rica
que le traigo aquí,
es para esta nena
que se va a dormir.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta linda nena
se quiere dormir...
cierra los ojitos
y los vuelve a abrir.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
duérmase pedazo,
de mi corazón
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta nena linda
ya quiere dormir;
háganle la cuna
de rosa y jazmín.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta leche rica
que le traigo aquí,
es para esta nena
que se va a dormir.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.
Esta linda nena
se quiere dormir...
cierra los ojitos
y los vuelve a abrir.
Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
duérmase pedazo,
de mi corazón