La excelencia en el rol de Abuelos


Ya Sofía cumplió 6 meses,  este tema del crecimiento va más rápido de lo que imaginé. Yo todavía no me acomodé lo suficiente en mi nuevo rol y ella dentro de poco me está llamando por mi nombre. Definitivamente tengo que poner primera  y no levantar el pie del acelerador.

Al principio, la inmensa alegría de su llegada acomodó las situaciones bajo el certero mando de los papás. Esto creo que es fundamental, como en toda nueva situación para que haya consenso tiene que haber uno que lidere con inteligencia  y los demás actúen en consecuencia.
En mi caso Mariana, la mamá de Sofía, tomó la posta del liderazgo. La pongo como ejemplo porque creo que le puede servir a muchas mamás primerizas. Como siempre digo haciendo primar el sentido común,  fue organizando la vida de Sofía  tratando de no olvidar la propia.
Es decir los primeros meses fue mamá “full-time” y de a poco se fue reintegrando a su vida laboral contando con nuestra colaboración, sus padres (Nilda y Juan Carlos) y yo.

Si bien uno busca que reine la paz  es cierto que se pueden producir roces y tensiones. Padres e hijos convertidos en abuelos y padres respectivamente, “rivalidad” entre los abuelos  de ambas partes. Yo por ejemplo al principio pensé que siendo la mamá del papá, estaría en un segundo lugar. Pero no es así, el lugar se lo da uno mismo. 

Reiterando el estribillo haciéndole sentir a Sofía lo importante que es nuestra vida y expresándoselo con amor. No hay otra receta. El resultado que obtenga de esta teoría se los cuento un poco más adelante cuando tengamos una relación “conversada” con mi dulce nieta.

Sintetizando esta primera parte diría que las premisas que he descubierto hasta ahora son:
  • Los abuelos debemos respetar la decisión y pautas de los padres.
  • Haremos valer nuestra opinión ganándonos la confianza de nuestros hijos,  opinando sólo cuando ellos lo piden.
  • Saber reconocer las situaciones de “rivalidad” entre los abuelos y hablar entre nosotros, no dejar nada por sobreentendido.
  • Disfrutar el hecho de poder recibir el inmenso amor de nuestros nietos sin tener los deberes de padres. Compartir la crianza en la justa medida que nos corresponde.
  • Aceptar con alegría el hecho que históricamente somos los encargados de transmitir la historia y tradición de nuestras respectivas familias ayudando a construir la propia historia de nuestros nietos. Llenando el vacío entre pasado y presente. Estudiar, leer, informarnos para darles  respuestas lógicas a sus inquietudes y así no confundirlos.
  • Aprovechar el hecho que disponemos de más tiempo para escuchar, y lograr establecer una relación más estrecha con nuestros nietos ganándonos su confianza prestándoles atención (esto lo estoy elucubrando para  dentro de un tiempo cuando empiece a hablar)
Y lo fundamental mimarlos, mimarlos mucho. Creo que eso es lo fundamental. De acuerdo a mi experiencia mis abuelos me demostraron con mimos que existía un amor incondicional que en el tiempo me generó un inmenso bienestar de sólo recordarlos, dándome confianza y seguridad.

Los antes y ahora en la crianza de Sofía

Ya pasó casi un mes y no volví a escribir en realidad lo postergué un poquito pero las ideas me fluyen como un volcán, pero como diría el descuartizador  “vayamos por partes”.

Estrenando “mi abuelazgo part-time” con Sofía fui descubriendo un nuevo mundo. Pienso hacer un curso de puericultura, algo así como el arte de la crianza. Estuve viendo en Internet una cantidad de lugares super interesantes donde se dictan.
Tengo que prepararme para los años venideros porque espero tener muchos nietos y de no ser así lo pienso utilizar como salida laboral. La verdad que el contacto con los bebés es maravilloso, obvio que siendo de uno tiene un valor agregado.

Bueno yendo al tema del que quería hablar: cómo fueron cambiando las formas de crianza desde que yo dejé a mi Martín y Diego hace ya  30 años largos. Voy a enumerar distintos temas producto de mi observación:
  • La teta: Siempre se dijo de la importancia del amamantamiento y las consecuencias positivas para el sano desarrollo de los bebés. Pero en mi época  6 meses bastaban y luego se pasaba a las leches suplementarias. Pero hoy es casi una exigencia y se ven mamás con bebés de más de 1 año colgados de la teta. Lo que hace sentir a las mamás que por x circunstancia no cumplen con ese mandato como unas “malas madres” que vaya a saber lo que les deparará el destino a esas pobres criaturas, inmersas en este mundo lleno de virus y sin la protección de la leche “super” de teta como diría Gaturro.

  • El llanto: En mi época era común escuchar frases como “dejalo llorar hasta que se le pase”, “sólo está ejercitando sus pulmones”, “si no lo dejás llorar te va a tomar el tiempo” y otras más por el estilo. Sinceramente por una cuestión de sentido común no recuerdo haberme hecho eco de estas advertencias pero hoy en día la respuesta con rapidez al llanto del bebé es condición fundamental y otro cartelito de “mala madre” aquella que por un ratito atareada por mil exigencias deja llorar a su bebé por más de cinco minutos.

  • La comida y sus horarios: Antes se manejaban los horarios. Cada tres horas la teta para luego introducirlo en las comidas más sólidas a partir de los 6 meses. Hoy es a demanda, el bebé llora y lo primero que se experimenta es ponerle alimento en la boca, luego se van descartando otros motivos.  Esto lo leí pero no es lo que hacemos con Sofía. Siguiendo expresas instrucciones de su mamá los horarios se van cumpliendo empleando siempre el sentido común, y yo creo que es mucho más sano y ordenado este sistema que el actual. Por lo menos es lo que vivo con mi nieta en vivo y en directo.

  • El bebé en brazos versus el cochecito: Antes las advertencias eran “ojo con tanto brazo, lo estás mal acostumbrando…” “Tanto UPA es un error”. Hoy uno de los cambios más importantes en los estilos de crianza es que se acostumbra más llevar a los bebés encima, de hecho han aparecido en el mercado múltiples elementos para hacer más liviana la tarea.  Investigaciones recientes han demostrado que cargar a los bebés contribuye a su comportamiento y desarrollo, aquellos que son cargados en brazos lloran un cincuenta por ciento menos y presentan una mayor atención visual.  La verdad que Sofía  pesa ya casi 8 kilos, pero estoy adherida a esta encuesta es maravilloso tenerla en brazos, claro que cuando paseamos no puedo menos que hacerlo en el coche, pero a cada rato paro y le converso como para que sienta mi presencia y no que la lleva cualquiera. 

  • El sueño: Lo primero que me enseñaron cuando salí de la clínica era a ponerle los pañales (eran de tela y con chiripá) y cómo lo tenía que hacer dormir: BOCA ABAJO. Hoy se descubrió que uno de los motivos del “síndrome de muerte súbita en los lactantes” es que duerman sobre su estómago. Este antes y ahora lo respeto a ultranza porque tiene una real base científica. 

  • El sueño y su lugar ideal: Esto sí que es todo un tema. De hecho Sofía está criada a la antigua, es decir duerme en su habitación, y la verdad se la ve super feliz. Parece ser que las nuevas doctrinas dicen que es ideal que el bebé duerma con sus padres permitiendo así que el ensamble del día se extienda hasta la noche. Hasta tiene nombre “colecho” dicen que los bebés incorporan mejor las fases del sueño, antes se pensaba que se podía aplastar al bebé o que atentaba contra la sexualidad de los padres, pero ahora hasta hablan de un mejor ritmo respiratorio. En fin yo creo que el concepto de compartir el sueño de a tres es complicado. Qué pasa cuando se tienen hijos seguidos, dos de pañales como tuve yo en su momento. Creo que esta práctica es definitivamente muy personal y adaptable a cada familia.

Para concluir con estas observaciones y considerando que gracias a la ciencia y a la gerontología la esperanza de vida es cada vez mayor me lleva a reflexionar que si bien nos tenemos que preparar para todos estos cambios, es fundamental enfrentarlos con sabiduría y hacer uso de nuestra experiencia y sobre todo los dictados del amor. Criando a nuestros nietos con amor la respuesta está dada. Estoy preparada para disfrutar a Sofía cada minuto que me toca estar con ella y estoy segura que no me voy a equivocar.

A cantar se ha dicho


Me imagino que desde siempre todas las mamás y por carácter transitivo las abuelas sabemos el efecto casi mágico,  calmante que las canciones infantiles y la música suave y relajadora tienen en los bebés. Logran dormirlos, tranquilizarlos cuando tienen miedo, sueño o les duele algo.
Los días que cuido a Sofía me preocupo por prepararle el ambiente para recibirla. Pongo un CD que le grabó el tío Diego con música de Mozart. En un acto de amor estuvo investigando el tema y descubrió que su música tiene características que la hacen más efectiva que la de otros compositores. Es por eso que los estudiosos han denominado a este fenómeno como “Efecto Mozart”.
Como verán Sofía está custodiada por expertos.
Pero siguiendo con este tema de las canciones de cuna y los bebés que me apasiona estuve leyendo que el ritmo monótono de las “nanas” -como así también las llaman- es parecido a los latidos del corazón y por eso Sofía se relaja cuando yo le canto. Se ha comprobado que la frecuencia cardíaca de los bebés disminuye mientras las están escuchando al igual que su ritmo respiratorio y esto la ayuda a conciliar el sueño o a sentirse mucho mejor cuando algo les duele.
Más allá de toda explicación científica creo que ella reconoce el tono amoroso de mi voz, la de su mamá y la de todos los que le cantamos con sentimiento para que se sienta súper querida y súper cuidada.
No le cantamos sólo para dormirla lo hacemos a cada rato. Cuando está despierta quién no le enseñó “qué linda manito que tengo yo, qué linda manita que Dios me la dio”. Y la emoción cuando vemos que nos imita y la mueve al ritmo de nuestra voz. Empecé a escribir en plural porque Mariana (su mamá) y Nilda (la otra abuela) nos complementamos en esta tarea.
Afianzando lo que antes dije cantarle todo el tiempo, despierta o a punto de dormirse, se utiliza para despertar su inteligencia, perfeccionar su sentido del oído y la coordinación de éste con los ojos y con el movimiento de las manos.

Aquí van algunos consejos que ya estoy en condiciones de dar con mis amplios conocimientos de mamá y mis incipientes de abuela:

  • No preocuparse por lo que uno entiende por desafinar o no cantar demasiado bien para nuestro nietito/a lo más importante es escuchar nuestra voz y percibir nuestro amor.
  • Cuando le canto acompaño la melodía con un agregado de movimiento físico. Meciéndola en el cochecito o los brazos, con un ritmo suave pero siempre igual, dicen que de esa forma le hago recordar cuando estaba en la barriga de la mamá.
  • Si está despierta, llorosa y el sueño está en la puerta pero no quiere entrar. Le acerco la cara y le canto muy bajito. Trato de no ponerme nerviosa y que ella note mi tranquilidad y logre transmitirle la paz que necesita para abrirle la puerta al sueño.
  • Sofía ya cumplió 6 meses así que puedo cantarle un poco más alto, sus tímpanos ya no son tan sensibles y así cuando le canto en un tono más subido no se asusta.
  • Cuando le canto y está despierta, para darle énfasis a la canción, le gesticulo y la actúo según la letra. Ella me mira entusiasmada, no entiende obviamente lo que digo, pero dicen que su memoria guarda algunas palabras y el tono en que uno las pronuncia. Así que intuyo que todo esto la va ayudar en su maduración. Algunas veces yo y ella ponemos tanto entusiasmo en la actuación yo dando y ella recibiendo que me veo tomando clases de circo.
  • Otra cosa que descubrí es que cuando la estoy durmiendo voy paulatinamente dejando de canturrear porque si no temo que se acostumbre y sólo pueda dormirse cuando uno le canta. Tengo que pensar que además de cuidarla tengo que darle pautas que le den libertad, hasta para dormirse.
Con Sofía estoy recordando todas aquellas canciones que están en mi disco rígido y algunas salen solas y hasta me asombran.
Tengo que reconocer que las canto de memoria y de pronto me las pongo a analizar y aquellas que están en el imaginario popular son realmente rarísimas.
Por ejemplo la canción de Mambrú se fue a la guerra, yo me acuerdo sólo algunos estribillos pero con la ayuda del Master Internet aquí se las paso:

Mambrú se fue a la guerra, 
chiribín chirpín chin chin
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
ajaja, ajaja
No sé cuándo vendrá.
Vendrá para las  Pascuas,
o para Trinidad
ajaja, ajaja
O para Trinidad.

La Trinidad se pasa,
chiribin chirbin chin chin
La Trinidad se pasa.
Mambrú no viene ya,
ajaja, ajaja
Mambrú no viene ya.

Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué traje!
por allí viene un paje,
¿qué noticias traerá?
ajaja, ajaja
¿qué noticias traerá?

Las noticias que traigo,
¡del dolor, del dolor me caigo!
las noticias que traigo
son tristes de contar,
ajaja, ajaja
son tristes de contar.

Que Mambrú ya se ha muerto,
¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!,
que Mambrú ya se ha muerto,
lo llevan a enterrar.
ajaja, ajaja
lo llevan a enterrar.

En caja de terciopelo,
¡qué dolor, qué dolor, qué duelo!,
en caja de terciopelo,
y tapa de cristal. 
ajaja, ajaja
y tapa de cristal.

Y detrás de la tumba,
¡qué dolor, qué dolor, qué turba!,
y detrás de la tumba,
tres pajaritos van.
ajaja, ajaja
tres pajaritos van.

Cantando el pío-pío,
¡qué dolor, qué dolor, qué trío!,
cantando el pío-pío,
cantando el pío-pá.
ajaja, ajaja
cantando el pío-pá 

Todo aquel que la lea detenidamente coincidirá conmigo en que es un verdadero delirio y pensar que uno la cantaba. Menos mal sin analizarla. Definitivamente ésta no se la voy a enseñar a Sofía. Espero que aprenda el tema de la muerte con la de su primer pececito pero no con esta horrenda canción.
Otra que me tiene obsesionada y que ya nos introducía subliminalmente en el mundo de la homosexualidad es Arroz con Leche, que dice así:

Arroz con leche
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás
Que sepa coser
que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.
Yo soy la viudita
del barrio del rey
me quiero casar
y no se con quién
Con esta sí
con esta no
con esta señorita
me caso yo

Yo no entiendo empieza cantando un hombre que se quiere casar con la señorita, que tenga determinadas habilidades. Después se transforma en una viudita que se ofrece como posible candidata y en la cuarta estrofa no está claro si es el de la primera o el de la tercera estrofa quien decide casarse con la señorita en cuestión. Un verdadero embrollo que uno ha repetido innumerables veces, casi sin pensar en lo que cantamos.
Para finalizar les paso la que por ahora estoy cantando todos los días que estoy con mi dulce nietita

Arrorró mi niña,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.

Esta nena linda
ya quiere dormir;
háganle la cuna
de rosa y jazmín.

Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.

Esta leche rica
que le traigo aquí,
es para esta nena
que se va a dormir.

Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.

Esta linda nena
se quiere dormir...
cierra los ojitos
y los vuelve a abrir.

Arrorró mi nena,
arrorró mi sol,
duérmase pedazo,
de mi corazón 

Espero que ustedes no se hayan dormido y todavía estén atentos y vigilantes. En próximos contactos analizaré otras canciones, porque el tema es realmente apasionante. No dejemos de cantarles a nuestros nietos es una de las muchas formas de demostrarles nuestro amor. 

El significado de la palabra “abuela/lo”


Estuve investigando sobre este tema del significado y los usos de esta palabra que desde hace hoy seis meses me hace familia de Sofía, van alguno de los que encontré:

  • Respecto de una persona, madre de su padre o de su madre:  Definición obvia pero para cuando uno no sabe es como el que no ve necesita una explicación concreta.   
  • Anciana/o: Esta es terrible, por lo menos para mí. Es como cuando a uno le dicen vieja o viejo. Me acuerdo que mi mamá decía “eso no se dice!! Viejos son los trapos”. De la misma forma cuando te dan el asiento, le agradecés y la arruinan cuando te dicen “no hay de qué abuela”.
  • En la lotería de cartones, el número 90: Esta no la tenía. He jugado de chiquita y con mis hijos hace mucho tiempo,  pero nunca me enteré de este dato. Voy a tener que actualizarme porque en unos años vuelvo a jugar con Sofía.     
  • Cada uno de los mechoncitos que tienen las mujeres en la nuca, y que quedan sueltos cuando se atiranta el cabello hacia arriba: Realmente divertido, yo pensé cuando una vez una peluquera me lo mencionó que era un invento de ella. Sin embargo figura como definición.
  • Soldado al que le quedan menos de seis meses para terminar el servicio militar: Esta es seguramente una definición de abuelo y no tiene femenino. No lo aclara el diccionario, igual este dicho es una novedad para mí.
  • Familiarmente se le dice nana: Es cierto yo a mi abuela le decía nana y también nonina. Pero eso cambia en cada familia porque cuando uno tiene la inmensa fortuna de tener dos abuelas hay que identificarla por el nombre como por ejemplo yo vendría a ser abu-Mariella para que me diferencie de abu-Nilda.      
  • Nona/o como traducción del italiano abuela/o: Tengo un íntimo amigo que se hace llamar nono Oscar. Al principio me resultaba raro o antiguo, pero ya me acostumbré. 

Esos son todos los significados que encontré pero también podríamos poner otros, como:     

  • Custodia o cuidadora de los nietos por el tiempo que los papás salen a trabajar o a tener un momento de soledad para reencontrarse como pareja.
  • Adorable señora que  cuenta cuentos a sus nietos, los saca a pasear, les prepara comidas riquísimas y los malcría cuando los papás no ven.
 Después hay muchos dichos divertidos donde nos nombran, acá van algunos:

  • “Eramos pocos y parió la abuela” eso se dice para dar a entender que a un mal existente se agrega otro mayor o, de forma especial, cuando se produce un aumento inoportuno del número de gente en una reunión.
  • Vos sí que no tenés abuela!!” se dice cuando uno censura a aquel que se alaba mucho a sí mismo, obviamente dando a entender que nosotras –las abuelas- nos pasamos la vida encontrando todas las virtudes de nuestros nietos y no paramos de decirlo a todo aquel que nos deje hacerlo.
  • “Andá a contárselo a tu abuela” expresión que denota incredulidad, se usa cuando una persona dice algo increíble o poco verosímil para su interlocutor. Esto demuestra que las abuelas siempre le vamos a creer todo lo que nuestros nietos digan, por más estrafalario que nos resulte.

Otro cosa que me asombró es que el término “abuela” no tiene sinónimos y tampoco tiene antónimos y en el glosario de términos gauchescos o criollos de Argentina tampoco se puedo encontrar ningún dicho que contenga esa palabra. Una verdadera rareza no? Es que las abuelas somos únicas, definitivamente. En toda esta investigación me informé que uno de los misterios de la evolución humana es porqué el hombre vive tanto tiempo. La mayoría de los animales relacionan su esperanza de vida con su capacidad para la reproducción, es así que es muy poco habitual que los cachorros lleguen a conocer a sus abuelos. En los humanos no es así, es muy común que convivan tres y hasta cuatro generaciones.Yo creo que todo en la naturaleza tiene una razón de ser seguramente para algo importante estamos destinados los abuelos por eso es fundamental que nos preparemos para el avance vertiginoso de la evolución y las preguntas que tendremos que contestarle a nuestros “cachorros nietos”. Lo que no me cabe la menor duda es que la presencia de los abuelos en la vida de los niños representa una riqueza difícil de medir.

Me presento a todas y todos

Hola,  me llamo Mariella y estaba jugando con la compu pensando que estaría bueno comunicarme por este medio con más abuelas primerizas como yo.
Sofía es mi primera nieta, y llegó a mi vida en un momento muy especial.  Unos días después de su nacimiento en un accidente automovilístico Jorge, mi compañero de ruta en la vida por 50 años se tuvo que ir de esta vida  dejándome "sola" con este regalo maravilloso, tan ansiado y ahora ya parte de mi ser.

Dentro de tres días Sofía Valentina cumplirá 6 meses y en este acomode de mi nueva realidad , gracias a la confianza que Mariana (mamá de Sofi) y Martín (papá e hijo mío) han depositado en mí la tengo un  montón de horas para mí sola.
En estos días he aprendido en ese cuidado y contacto a amarla con todas mis partes.

Al principio pensé.. en qué lio me he metido...
Dudaba de mis capacidades, me preguntaba si me iba a acordar de todas mis vivencias con Martín hace 38 años y Diego (mi otro "bebé") hace 36. Es cierto que el instinto de mujer, madre, abuela está siempre latente, que es como andar en bicicleta, después que anduviste una vez no te olvidás más..... pero del dicho al hecho realmente hay un largo trecho.
Recuerdo ese primer día que nos quedamos solas, ya había tenido un preentrenamiento donde me dieron el certificado de aprobada. Cambié sus pañales, logré calmar su llanto con algunas monerías que se me ocurrieron en el momento y sobre todo le transmití a través de mi contacto el inmenso amor que me despertaba su sola presencia.

...Y otra vez volví a triunfar en la vida. Se nota que ella también ya me empezaba a querer tanto como yo a ella. Se portó de maravillas, aceptó el biberón con ganas porque acerté a dárselo antes que me lo pidiera, sólo calculando las horas desde su última mamada (Mariana le sigue dando la teta).
Qué experiencia ese momento!! cuando la puse en mi pecho en una perfecta simulación de darle yo la teta y ella mirándome a los ojos como diciéndome: "Quedate tranqui abuela, la vamos a pasar bárbaro vos y yo"; pero sobretodo me transmitía con su mirada toda su aprobación: " Abu lo estás haciendo muy bien".

Hemos tenido ya varios encuentros y en cada uno se renueva y mejora nuestra relación. En cuanto me ve ya me regala una sonrisa y cuando se va me despide con otra diferente.
Inauguro hoy, que a la sazón es el Día de la Madre acá en Argentina, este blog donde veré de ir contando mis experiencias de abuela -por ahora-  primeriza. Acepto sugerencias y comentarios de todo lo que aquí vaya surgiendo.