Ahora jugamos sin juguetes

Sofía ya levanta tres deditos cuando le preguntan  su edad. Y aunque parezca trillado la realidad es que el tiempo corre para ella más rápido que para mí (afortunadamente). Ya está en la etapa maravillosa en que conversa, se comunica, comparte, se expresa y sobre todo juega.



Claro que esta nueva sociedad que transitamos con tan alto nivel de consumo pretende convencernos que jugar sin juguetes no es jugar. Y uno de pronto se convierte (por la publicidad, la comodidad o la culpa) en esclavos de las jugueterías.  Pero la realidad es que se pueden hacer cosas muy divertidas sin ellas.

Como estamos en invierno, la propuesta son juegos de adentro, pero la creatividad e ingenio que ponemos es la misma que cuando vamos a la plaza. La cuestión es que cuando juego  lo hago de verdad no “de mentira” y ella responde de la misma forma.
Les paso algunas ideas de juegos exitosos que experimentamos juntas Sofía y yo:
  •   Cocinar: Bueno es una forma de decir. Hacemos juntas la masa de pan,  con dedicación y mucha harina llega a formar el bollo. Después la estiramos y ella es la encargada de hacer las formas y colocarlas en la placa. Estamos atentas al tiempo de levado y soy yo quien las hornea, pero ella es la primera en probar su “juguete comestible” como lo bautizamos. Lo bueno de esta actividad es que le crea buenos hábitos como lavarse las manos antes de comenzar, ponerse el delantal para no ensuciarse y aprender jugando que es como mejor quedan los conceptos.

  • Vender: Con la masa de pan que nos sobra y un poco de anilina vegetal, para darle diferentes colores, hace formas que algunas veces son productos de verdulería, otras de carnicería o de bazar. La cuestión es tener mercadería para el negocio. Con una calculadora en desuso pesa y cobra todo lo que expone para la venta. Lo gracioso es que siempre todo cuesta lo mismo: dos y cuarto…. en su vocabulario la palabra inflación no existe.

  •   Pintar, cortar y pegar: Con cola plástica de colores, lápices, crayones y papel hace obras maestras para mamá y papá. Si agregamos unas revistas viejas, su tijera y pegamento embellece aún más sus cuadros, y en esta actividad puede estar muchos minutos

  • Hacer que…: es doctora, cantante, bailarina, jinete, la “seño” del Jardín, mamá o su prima más grande, todo es cuestión de representar. Y en ese espejo maravilloso nos vemos todos reflejados con su mirada y de alguna forma descubrimos a través de sus imitaciones como ella va viendo el mundo que la rodea. Los elementos con que se apoya en estos juegos no son juguetes sino lo primero que encuentra. El escobillón es su caballo, los auriculares de una radio el estetoscopio, una banana el micrófono, una caja con forma redonda el secador de pelo o tres almohadones una escalera.


    • Contar cuentos; Que yo le lea puede ser una actividad pero Sofía la enriquece sacándome el libro, mirando las figuras y contándome ella la historia. Primero parecido al original y después hace volar su imaginación y produce transformaciones que son una creación distinta cada vez.

    Estas son algunas de las propuestas que inventamos para comunicarnos a través del juego sin juguetes.

    Yo creo que el secreto que suplanta los juguetes  es la presencia con ganas, sincera del adulto sacando afuera el niño escondido que todos tenemos, compartiendo el juego que nuestros nietos nos propongan y dejarnos dirigir.

    No hay nada para enseñar, sólo dejarse llevar por la magia de su imaginación y dejárselas usar libremente sin importar que tengan o no juguetes.

    Nosotros a disfrutar !!